Happy: La mascota de la marca Goldenbird nace con el amanecer
Estar decidido es empezar sin excusas, con el sol matutino
Observar aves es para mí tan estimulante como el mismo deseo de volar. En mi rutina de caminada diaria, veo el amanecer entre montañas, llenas de olores a tierra fresca, rocío de la mañana y silbidos anónimos de aves despiertas, saltarinas y coquetas. Todo es una sombra que se despoja de su oscuridad a medida que gira el planeta y la luz del sol toca. Se desvanece la levedad y aparece la vida frente a tus ojos.
En el camino una silga patiamarilla (Turdus Fuscater) absolutamente negra sale a mi encuentro posándose en una percha de un arboloco (Smallanthus pyramidalis), se estira y su plumaje se expande como una adorable bolita con alas. En su danza de autocuidado el tiempo se detiene mientras se viste de color, aquella ave refleja la luz magnífica del sol potente de la mañana y yo congelada en el espacio, observo con la devoción de un enamorado hasta el menor detalle de tan fugaz plasticidad: nace el pájaro dorado, nace Happy con el amanecer, lleno de color y con nombre propio para la marca.
Esta escena macondiana, duró unos segundos grabándose en mi memoria como una postal viva, tal como una revelación creativa. Por eso al documentar y explorar la representación visual fue decisivo el momento y los símbolos, porque determinan la paleta de colores y las formas asociadas a la identidad de marca, pero sobre todo a los valores: Ser luz, inspiración y emoción. ¿Como traducir esto? Usar un ave, un sol, y el gesto de empatía.
Acá comparto los bocetos de Happy y la concatenación posterior en la marca Goldenbird, Presentes felices & Outfit.
Después de construida la identidad corporativa, encuentro un vínculo involuntario de composición con la obra “horizontes” de Francisco Antonio Cano. Implícitamente se embebe de su iconicidad simbólica que saluda y devela la libertad del que toma su camino como un acto de valentía, osado, inocente, porque sabe que “el viaje es la recompensa”.